Había una vez un conejo que
estaba cansado de saltar, quería ser alguien más, pero todo el mundo se le reía
por su deseo. Un día llego a su casa y dijo a su mamá -¡Quiero ser alguien diferente!, las
burlas fueron inmediatas por parte de
sus hermanos conejos. Su madre le contesto: ¿Acaso eres tonto? Los conejos no
podemos cambiar de forma, así como tenemos cosas malas también tenemos muchas
cualidades.
Esa misma noche el conejo empaco
sus pertenencias y se marchó; al día siguiente mientras el conejo caminaba por
el bosque se encontró con un oso muy amable y le invitó a su casa a comer
zanahorias y frutas; el conejo inocente aceptó la invitación de su nuevo amigo
y cuando estaban en la casa del oso, ese animal amable se había convertido en
un animal feroz sacando sus enormes garras y colmillos para devorárselo.
El conejo en medio del
miedo golpeteó varias veces el suelo y su familia atendió a su llamado y
llegaron todos sus hermanos,donde trabajando en equipo y con su gran velocidad
lograron atar al feroz oso a la cama y lograron salvar al pequeño conejo.
Así el conejo comprendió que ser
conejo no era tan malo y que todos los seres de la naturaleza tienen sus
habilidades y sus debilidades.
Fin
Autor: Juan Fernando
Taborda Hernández