Se dice que en un pueblo había un
hombre con suerte para el dinero y para las mujeres, este personaje era
envidiado por su hermano por la buena suerte que tenía.
Cierto día su hermano lleno de envidia
fue a visitar un brujo para hacerle un hechizo que lo dejara inmóvil, así fue
como su hermano envidioso lo sepulto en el cementerio vivo, donde murió asfixiado, sus ojos salieron de su cabeza debido al hechizo hecho por el brujo.
Desde ese momento aquel hombre
enterrado vivo hace sus apariciones y quienes lo han visto dicen que es un
hombre vestido con un traje negro muy elegante, lleva puestos anillos de oro y
con la particularidad que no lleva ojos en su rostro.
Este hombre se le aparece a los ladrones,
estafadores, a los hombres crueles y a los niños que se quedan hasta tarde en
la noche quienes son engañados con dulces y con dinero para hacerlos perder en
la oscuridad y ser atacados violentamente por dicho personaje haciendo su aparición
terrorífica de su rostro sin ojos.
Fin
Autor.
Mateo Taborda Hernández