miércoles, 16 de septiembre de 2015

El amigo fiel

Un día el loro le dijo que no estuviera triste, que él sería su amigo por siempre, pero la lagartija no le creyó, pensó que solo lo hacía para consolarla.
Una mañana el loro salió con su familia de cacería, al llegar al bosque no encontraron frutas, entonces empezaron a comer hormigas, grillos, etc.; en su afanosa búsqueda hallaron en un tronco muchas lagartijas, entre ellas la amiga del loro, todos corrían y voleteaban. El amigo que un día le prometió su amistad dijo:
– “Nooo, con ellas noo”.
Dándose cuenta que allí estaba su pequeña excompañera que aún quería, los demás loros se sulfuraron y él les explicó que no iba a defraudar a su amiga, que ella también había sido su familia, por lo tanto, debemos respetarle la vida. Mientras, los demás loros decidieron abandonarlo de nuevo y él dijo:
– “Prefiero seguir en compañía de mi amiga que tener una familia despiadada y sin sentimientos”.
De esta manera el loro pasó a formar parte de esta nueva familia. Desde entonces a todos los animales y personas que les veían en el bosque les llama la atención esta familia tan especial.
FIN

Autor: María Camila Orozco 

lunes, 14 de septiembre de 2015

La selva embrujada

Había un vez una selva habitada por muchos animales pero esta selva no era normal porque estos animales podían absorberle el alma a  la gente .A esta selva no iba casi gente y la gente que iba salía aterrorizada o los animales despiadadamente les absorbía su alma.

Pero lo que no se sabía era porque estos animales eran así, pues fue que hace muchos años cuando estos animales eran recién nacidos los maltrataban mucho, pues ellos cuando fueron creciendo quisieron tomar venganza con toda la gente que entraba a la selva por eso estos animales  eran así, pero lo que no se sabe es porque estos animales nunca se murieron y estos animales hace tiempo habían nacido.

Pues pasaron años y de esta selva no se supo nunca jamás.

FIN

Autor: Salomé Osorio Gil

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Paz en medio de la tormenta

Había una vez un rey que ofreció un   gran premio a aquel artista que pudiera captar en una pintura la paz perfecta. Muchos artistas lo intentaron. El rey observó y admiró todas las pinturas, pero solamente hubo dos que a él realmente le gustaron y tuvo que escoger entre ellas.

La primera era un lago muy tranquilo. Este lago era un espejo perfecto donde se reflejaban unas placidas montañas que lo rodeaban. Sobre estas se encontraba un cielo muy azul con tenues nubes blancas. Todos quienes miraron esta pintura pensaron que esta reflejaba la paz perfecta.

La segunda pintura también tenía montañas. Pero estas eran escabrosas y descubiertas. Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso aguacero con rayos y truenos. Montaña abajo parecía retumbar un espumoso torrente de agua. Todo esto no se revelaba para nada pacífico.
Pero cuando el Rey observó cuidadosamente, vio tras la cascada un delicado arbusto creciendo en una grieta de la roca. En este arbusto se encontraba un nido. Allí, en medio del rugir de la violenta caída de agua, estaba sentado plácidamente un pajarito en su nido...
- ¿Paz perfecta...?
- ¿Cuál crees que fue la pintura ganadora?
El Rey escogió la segunda.
- ¿Sabes por qué?
Explicó el rey: "Paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor. Paz significa que a pesar de estar en medio de todas estas cosas permanezcamos calmados dentro de nuestro corazón. Este es el verdadero significado de la paz."

FIN
Autor: María Fernanda Sánchez


Preguntas para reflexionar:

   ¿Qué tenía en común las dos pinturas del cuento anterior?
 ¿Qué diferencias encontramos en las dos pinturas?
  ¿Cómo consideras que debe ser la paz perfecta en tu entorno escolar?   
¿Cuál fue la reflexión que deja el rey en la historia?
   Realiza creativamente un dibujo donde demuestres la paz perfecta de tu municipio.