Un día el loro le dijo que no estuviera
triste, que él sería su amigo por siempre, pero la lagartija no
le creyó, pensó que solo lo hacía para consolarla.

– “Nooo, con ellas noo”.
Dándose cuenta que allí estaba su pequeña
excompañera que aún quería, los demás loros se sulfuraron y él les explicó que
no iba a defraudar a su amiga, que ella también había sido su
familia, por lo tanto, debemos respetarle la vida. Mientras, los demás loros
decidieron abandonarlo de nuevo y él dijo:
– “Prefiero seguir en compañía de mi amiga
que tener una familia despiadada y sin sentimientos”.
De esta manera el loro pasó a formar parte de
esta nueva familia. Desde entonces a todos los animales y personas que les
veían en el bosque les llama la atención esta familia tan especial.
FIN
Autor:
María Camila Orozco
profe el cuento esta super bueno
ResponderBorrarel valor de la amistad
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