martes, 4 de octubre de 2016

Un baño forzado

Resultado de imagen para padre e hijo pescando dibujoEl pasado domingo, mi papá me despertó muy temprano para que me levantara de la cama, me bañara y me pusiera la ropa nueva para ir a pescar. Yo no quería bañarme porque estaba muy temprano y hacia mucho frío, entonces rápidamente me vestí. Mi papá creyó que ya me había bañado y salimos en el carro rumbo a una laguna cercana a mi ciudad, al llegar allí nos pusimos el chaleco salvavidas, nos subimos a la canoa, remamos hasta estar en medio de la laguna; luego listos y acomodados pusimos el anzuelo a la caña de pescar y la lanzamos con fuerza al agua. Esperamos un rato para que las truchas picaran el anzuelo, pero pasaron varios minutos, casi una hora, y nada pasaba… Mi papá dijo: -¡Mejor vamos a un restaurante a comer trucha pescada por otros y así calmamos el hambre que tenemos!

Yo me alisté para remar y regresar a la orilla; de repente una trucha saltó del agua y mordió el anzuelo con tanta fuerza que me haló y me hizo caer dentro de la laguna, yo no quería soltar la caña porque esa era la primera trucha que pescaría y me comería en el almuerzo, halé y halé hasta lanzarla dentro de la canoa, mi papá la cogió y me ayudo a salir del agua.

Tiritando de frío me quite la ropa nueva, me envolví en una toalla y al llegar al restaurante para que nos prepararan la trucha mi papá pidió una ducha prestada y me hizo bañar con agua y jabón y ponerme una ropita viejita que el siempre llevaba en el baúl del carro.

Así fue como me toco un forzado, con agüita y jabón.

FIN

Autor: María Elizabeth Gutierres

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