Un niño
llamado Carlos fue creciendo y ahorrando para comprarse una casa al lado del
cementerio, aunque todo el mundo le había avisado que en esa casa casa existía
la presencia de un fantasma, Carlos decidió comprarla. Una vez adquirida la
casa se fue a vivir en ella, y desde el primer momento empezaron a suceder
cosas extrañas como manchas de sangre en
la pared, murciélagos en los techos y muchas arañas por todo la casa, y por más
que limpiaban y sacaban estos animales más aparecían.
El
fantasma empezó a caminar por todo la casa intentando atemorizar los nuevos
inquilinos pero se sorprendió cuando se dio cuenta que ninguno de los que
habitaban en esa casa le tenía miedo a su presencia, un día el fantasma como
vio que nadie se asustaba decidió ir a la habitación de la niña Sofía y en un
frasco ella tenía una poción, Nicolás que era el nombre del fantasma se sentó
en la cama de Sofía y le dijo que él debía morir y que necesitaba de su ayuda
porque ella era una niña noble y pura, Sofía lo ayudo y le dio de beber la poción para que se convirtiera en un
conejo y así sus padres lo dejar enterrar en el solar de su casa.
Una vez
falleció el fantasma la sangre, los murciélagos, y las arañas desaparecieron,
Sofía se casó y su esposo siempre le preguntaba ¿de dónde salió ese conejo? Y
¿dónde está el fantasma que no se volvió a sentir? Y Sofía le contesto nunca me
vuelvas a preguntar por ese tema que con el aprendí el significado de la muerte
y solo podía ser vencida por el amor que sentíamos él uno por él otro.
FIN
AUTOR: DIEGO MONCADA GÓMEZ
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