miércoles, 17 de agosto de 2016

El niño que sabía bailar

Había una vez un niño cuyo nombre era Federico, tenía 9 años, vivía en un pueblo muy retirado de la ciudad,  cursaba el grado cuarto de primaria, era muy buen estudiante, pero lo que más le gustaba era bailar, es por eso que cada vez que en la escuela se celebraban actividades artísticas, él no dudaba para participar en los bailes que se hacían.

Un día Federico le confesó a su mamá que quería ser bailarín pero su mama se enojó y le advirtió que no lo dejaba bailar porque era muy pequeño y sus movimientos eran muy extraños.
El niño no le hizo caso a su mamá y  todas las noches salía al escondido  a practicar  a bailes con un grupo de danza en el pueblo y todos lo admiraban por su gran espíritu y avances en este arte; por su constancia y habilidad un día el alcalde del pueblo le dijo que le iba a dar una bicicleta si el bailaba en el gran concierto que se celebraba en la plaza de mercado con motivo del cumpleaños del municipio.

A su madre le llegó el cuento que Federico bailaría en las fiestas del pueblo, pero ella no creyó porque su hijo nunca le compartió que él practicaba todas las noches con el grupo de danzas.
La mamá no le creyó, por eso la noche en que se iba a celebrar la fiesta del pueblo, decidió buscar a Federico en su habitación,  pero no lo encontró y por eso fue a la plaza a buscarlo; en ese preciso momento muy enojada lo vio bailando, como nunca lo había visto.

Todo el pueblo se paró de las sillas donde estaban viendo el programa y aplaudieron sin descansar el baile de Federico y la mamá comprendió que su hijo bailaba muy bien y se prometió a apoyarlo en su gran pasión: bailar y bailar.

El alcalde le dio lo que había acordado con Federico y el recibió la bicicleta con mucha alegría, pero estaba más contento porque su mamá lo había felicitado y le había dado permiso para seguir ensayando y presentarse en los programas donde lo invitaran.
Desde ese día Federico también prometió no volver a mentirle a su mamá y todos vivieron felices por siempre.


Autor: Jaime Andrés Muriel Agudelo

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