Hace tiempo, en 1.911
en un pueblo llamado Amagá existía un hombre cuya misión era ser el protector
de los animales, ya que allí existía mucho la caza y el maltrato a los
animales, pero en aquel tiempo donde todo era lo mismo y la gente no creía en
seres sobrenaturales, se burlaban de aquel hombre diciendo,-eh aquí al
protector de los animales, el que dice cuidar de ellos y delante de aquel
hombre golpeaban a los animales, el hombre cansado de tanta maldad intercedió por los animales y el pueblo encerró aquel
amante de los animales, encerrándolo en una celda oscura y fría donde a diario
le gritaban y se reían de él, el hombre exclamaba, -un día pagarán por el abuso
hacia mis animales, repitió varios días lo mismo hasta que murió de hambre.
Cierta noche de
ese año en 1.911 el hombre aquel apareció con una apariencia distinta, muy
velludo, con pelo largo, garras largas, ojos rojos, ropa rota en aquella celda
donde murió cerca del pueblo, todas las noches se aparece diciendo, -volví y
acabaré con el abuso animal y al que tenga en mis manos lo marcaré. El pueblo no
creyó, ya que solo creían en su maldad, pero una noche este se apareció en el
rescate de un animal, toda la gente se desmayó al verlo, dejando una marca en
el pueblo diciendo-eh vuelto, soy el protector de los animales y los protegeré.
Enseñanza: No maltratar a los animales creyéndolos
inferiores a nosotros, ya que siempre va a ver alguien dispuesto a cuidar a
estos seres maravillosos que dio la madre naturaleza.
AUTOR: JUAN SEBASTIAN ZAPATA
BUESAQUILLO
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