Había una vez en un pueblo muy
lejano llamado Amagá un niño que se llamaba Esteban. Era un niño juicioso,
educado, amistoso y sobre todo estudioso los profesores lo querían mucho.
Un día el profesor Arturo, el
profesor preferido de Esteban murió en un accidente de tránsito. El pequeño
quedó devastado. Al profesor Arturo lo remplazaron por el profesor Cesar.
Esteban descuido sus estudios y empezó a volverse grosero sobre todo con el
nuevo profesor, cada vez se volvía más irrespetuoso, ya no respetaba a nada ni
a nadie creía que el profesor cesar no entendía su dolor.
Pero un día Esteban tuvo que irse del
colegio porque le citaron a la mamá, Esteban entro al salón por sus cosas y vio
al profesor Cesar llorando, se acercó y le preguntó ¿Profe por qué estas
llorando? Por mi padre, dijo el profesor.
¿Qué le paso a su padre? pregunto Esteban. Murió en un accidente de tránsito, dijo el
profesor con las lágrimas en sus ojos.
¿Quién era su padre? pregunto
esteban con lastima. El profesor Arturo respondió con voz baja y temblorosa.
Esteban quedó perplejo y no sabía
que decir al profesor. El niño se fue con su madre y le contó de lo sucedido.
Al otro día siguiente el niño muy
arrepentido le pidió perdón al profesor por no haberlo respetado y desde ese
momento volvió a ser el buen estudiante que era siempre.
Fin.
AUTOR: MIGUEL ÁNGEL MONCADA BETANCUR
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