Había una vez en Amagá, una familia que
cuidaba mucho la naturaleza, no arrojando la basura al suelo, no podían ver
ninguna parte del planeta sucio, porque la madre Luisa, el padre Juan, el hijo José
y la abuela Martha se enojaban.
Un día, se encontraron una señora con su
familia, estaban comiendo papas y dejaron la basura en el suelo, al principio
creían que se les había olvidado recoger la basura, - oigan ¿Podrían recoger lo
que dejaron ahí? Dijeron – no recogemos nada si les importa tanto lo feo de la
naturaleza, hágalo usted.
Luego, llegó la policía ambiental, a ellos les toco pagar
una multa de $ 7.890.000, y tomaron una charla de lo importante que es cuidar
la naturaleza, desde ese momento las personas aprendieron la lección y se convirtieron
en guardianes del medio ambiente, protegiéndolo y haciendo campañas de aseo
para evitar la contaminación.
Fin
AUTOR: CAMILO ÁLVAREZ RESTREPO
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