En un municipio muy cercano llamado
Amagá, vive un dios de la naturaleza que cuidaba de ella. Allí los habitantes
de este pueblo ayudaban al dios para que los niños no destruyeran los árboles,
ni ensuciaran el agua de los ríos y quebradas por que los animales se estaban
yendo para otros lugares.
Este dios estaba muy triste y pidió
a los habitantes hacer una marcha por todas las calles gritando y enseñando el
amor por la naturaleza y la protección a los animales.
Los niños asistieron a la marcha y
aprendieron a querer y respetar a la naturaleza y los animales. Todos los
animales que se habían ido regresaron felices a adornar ese lindo pueblo.
Fin
AUTOR: JERÓNIMO CANO RESTREPO
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