Había
una vez en el océano tres amigas sirenas, que se llamaban, Ivi, Mal y Uma; todos los días salían a la superficie,
menos los días de luna llena, para observar a los humanos.
Un día
de luna llena, Ivi, Mal y Uma, tenían que cuidar la piscina lunar, para que ningún
humano se robara el tridente más poderoso de los siete mares. Ese mismo día las
tres amigas empezaron a cuidar aquel lugar, de repente un humano que se llamaba
Yei, cayó a la piscina, pero Yei no era cualquier humano, era un tritón, y
estaba en busca del tridente. las
sirenas al ver que el humano era un tritón nadaron hasta el tridente para
cuidarlo, usaron todos sus poderes para vencerlo, pero no pudieron porque era
muy fuerte y poderoso, Yei nadó hasta la superficie con el tridente y dejó
atrás a las tres sirenas, el tritón salió de la superficie y se fue a su casa a
esconderse por unos días, que estaba donde su padre Morgan, ellos gobernaban el
otro mar vecino, Yei le entregó el tridente a su padre, y dijo:
¡Muy
bien, hijo mío!
¿Y cómo
lo conseguiste?
Se lo
robe a las sirenas.
El
tridente estaba en la piscina lunar.
Hijo
hiciste muy mal, ve y lo devuelves, pídele disculpas, exclamó Morgan.
Está
bien, se lo voy a devolver, pero con una condición, con cuál hijo mío, que me
des el tridente.
Morgan
cogió el tridente y se lo dio.
Yei lo
recibió, se fue al otro mar en busca de las sirenas y les dijo- Ivi, Mal Y Uma,
les pido disculpas por haberles robado el tridente. Recíbanlo por favor.
Ivi lo
tomo y Mal le dijo - que no lo volviera a hacer
Uma le contestó -está bien aceptamos las
disculpas.
Yei al
final les dijo -todos podemos ser grandes amigos y ayudarnos entre nosotros no
lo volveré hacer.
Fin
AUTOR: SALOMÉ RETREPO RIVERA
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